top of page

Las amunas, una práctica ancestral que nos podría ayudar a hacer frente al cambio climático

Actualizado: 10 jun 2022

¿Alguna vez te has detenido a observar la naturaleza con atención? ¿Por ejemplo, una planta de tu jardín o una maceta? ¿Te has detenido a ver la tierra, los bichitos que viven en ella, lo que hacen estos bichitos con la planta o cómo se relacionan con ese pequeño ecosistema?


Para las personas de la ciudad, esta práctica podría resultarnos algo extraña, sin embargo para las personas que viven en el campo o en medio de la selva, por ejemplo, para nuestros pueblos originarios, es algo natural y cotidiano.


Los significados, interpretaciones y prácticas que resultan a partir de estas observaciones se han transmitido de generación en generación alimentando un conocimiento o sabiduría ancestral armonioso con el planeta que podría aprovecharse para afrontar el cambio climático si los revaloramos.


Hoy les quiero contar sobre una práctica ancestral que nos podría ayudar a hacer frente al cambio climático.


Las prácticas y saberes ancestrales son algo esencial para la vida de nuestros pueblos originarios. Peruanos que utilizan conocimientos que vienen desde siglos atrás y son transmitidos, y han ido evolucionando, de generación en generación.


Estos conocimientos tradicionales podrían cumplir una función clave para lograr la seguridad alimentaria, enfrentar la escasez hídrica, desarrollar la tecnología, la salud, la medicina o nuevas formas de entender la economía y los mercados. Por ello, es súper importante empezar a valorarlos, estudiarlos y practicarlos.


He encontrado muchos ejemplos de conocimientos ancestrales que realmente son increíbles y me llenan de orgullo pero no me alcanzaría un blog para hablar de todos ellos. Por eso, les voy a compartir uno en especial que me ha llamado mucho la atención porque podría ayudarnos a hacer frente a la escasez hídrica.



​Las comunidades campesinas son las principales proveedoras de alimentos del Perú y el mundo. Para cumplir con esta importantísima misión, hacen uso de su sabiduría ancestral, es decir, de los conocimientos que han heredado de sus antepasados, además de una minuciosa observación y respeto a la naturaleza. Esta observación va más allá del mirar, es más que todo un diálogo o una conversación con la tierra, el agua, las montañas, las nubes, el clima, las plantas, los animales… la vida.


Eufronio Obispo, Eloy Rojas, Ernesto Álvarez, Gregorio Rios y Serafin Bautista forman parte del grupo de pobladores encargados del proyecto de microcuencas en la población. Foto: ANDINA/Nathalie Sayago


Por otro lado, uno de los principales problemas que afecta hoy en día el trabajo de las comunidades campesinas es la escasez hídrica, consecuencia del cambio climático. Es por ello que muchas de ellas, hoy en día están realizando esfuerzos para sembrar y cosechar agua, así como lo hacían nuestros antepasados.




¿Sembrar y cosechar agua? ¿Es posible eso? ¿Cómo se hace?


Existen diferentes técnicas para hacerlo, una de ellas son las Amunas: sistemas ideados hace 1400 años en las cuencas del río Chillón, Rímac y Lurín, por culturas prehispánicas como los Wari, quienes construyeron estas infraestructuras con el propósito de recolectar el agua en temporadas de sequía.


Las amunas son canales diseñados para dirigir el agua que discurre por las quebradas hacia zonas de alta infiltración, llevando el agua desde la parte alta de las cuencas, durante la época de lluvias, hacia los manantiales que se encuentran en la parte baja de la pendiente.


Así funciona una amuna:


Fuente: Hidráulica Inca


Los campesinos de San Pedro de Casta han vuelto a cuidar las amunas con las mismas técnicas que usaban sus antepasados y lo hacen de manera voluntaria. Estas faenas no solo generan beneficios a las comunidades andinas, sino también a los limeños quienes, sin saber, estamos bebiendo el agua sembrada en las alturas.


Experiencias de manejo de fuentes de agua en microcuencas de San Pedro de Casta en la Provincia de Huarochiri. Foto: ANDINA/Nathalie Sayago


Es muy emocionante saber que esta tecnología maravillosa, diseñada por nuestros antepasados y recuperada por las comunidades campesinas, hoy en día está siendo revalorada ya que actualmente instituciones públicas y privadas se encuentran trabajando para la conservación del recurso hídrico mediante la promoción de estas prácticas ancestrales.


Antes de despedirme quiero invitarlos a contactar con la naturaleza así como lo hacen nuestros pueblos originarios y las comunidades campesinas.


Podemos observar una planta en una maceta, o los árboles en los parques o escuchar el canto de los pajaritos, inclusive si estamos en la ciudad.


Recordemos que al observar con atención a los diferentes elementos de la naturaleza y tratar de entenderla, también podemos desarrollar una gran sabiduría.




 
 
 

Comments


Publicar: Blog2_Post

©2022 por La Erreteca. Creada con Wix.com

bottom of page